Vallejo perdía 1-0 y al final superó 2-1 a Alianza Atlético, que cayó por tercera vez consecutiva


Vallejo le recitó dos tristes versos a Alianza Atlético. Ese 1-2 en contra fue como cavar su propia tumba, recibir un heraldo negro y afirmar que los golpes de la vida son tan fuertes como una derrota.

Los 36 grados que sofocaban a todo Sullana hicieron más triste la caída local. Y pese a comenzar con buen pie -un soberbio cabezazo de Saulo Aponte a los 20' del primer tiempo abrió el marcador- los albos no hicieron respetar la casa y dejaron que su rival haga y deshaga a su antojo.

El trujillano Lee Andonaire emparejó de cabeza las acciones a los 17' del complemento tras un notable centro de Jair Iglesias por la izquierda. El golpe no fue asimilado por los sullanenses y cuando se esperaba una recuperación rápida, vino la estocada final.

Tres minutos después del empate, nuevamente un centro por izquierda es rechazado de manera defectuosa por la defensa local. El balón queda a merced del Torito Antonio Meza, quien no esperó que el balón caiga al suelo y en primera ejecutó el disparo.

Ni la expulsión del poeta Santiago Salazar o los ingresos de los hermanos Roberto y Rafael Farfán evitaron que los sullanenses escuchen un verso de desaliento. Los golpes en su vida son tan fuertes, sobre todo tras perder por tercera vez consecutiva.

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